FRANCISCO JAVIER MARTÍN EIZAGUIRRE Y AURELIO FERNÁNDEZ CARIO (28 y 29 de junio de 1979, París y Choisy-le-roi)

FRANCISCO JAVIER MARTÍN EIZAGUIRRE Y AURELIO FERNÁNDEZ CARIO

(28 y 29 de junio de 1979, París y Choisy-le-roi)

 

Francisco Javier Martín emigró a Francia para buscar el trabajo que nuestro país le negaba y cuando llegó allí empezó a militar en el PCE, siendo a continuación parte tanto de los fundadores de la Organización de Marxistas Leninistas de España (OMLE) como del Partido Comunista Español (reconstituido) PCE (r). Conoce a Aurelio Fernández Cario, maestro que tuvo que emigrar porque tampoco tenía dónde ganarse el pan y que militaba también en la OMLE. Ambos publicaban la revista España Antifascista y viajaban regularmente aquí a crear reyes de apoyo.

En octubre de 1977 cae todo el comité central del PCE(r) y Francisco Javier está presente cuando llega la policía. Intenta escapar saltando una ventana pero se rompe la pierna. Le detuvieron y le torturaron cebándose sobre todo en la pierna rota, necesitando un total de 11 operaciones para no quedar del todo bien. Es amnistiado y vuelve a Francia con la intención de llevar una vida normal, pero en mayo de 1979 algo le cambiará la vida para siempre, el periodista-policía Alfredo Semprún Guillén publica una crónica inventada donde le acusa de ser el responsable de una red terrorista de ámbito europeo, algo que con los grupos de extrema derecha que operaban a sus anchas en la España de finales de los 70 era poco menos que condenarle a muerte. Efectivamente, el 28 de junio, Jean Pierre Cherid y Mohamed Talbi entran en un restaurante y le asesinan por la espalda, tan valientes como solían ser. No es la primera vez que Cherid actuaba así, también fue de los que asesinaron en Montejurra y en un futuro trabajó para el GAL con el PSOE en el poder.

Se ve que ese fin de semana hicieron un dos por uno, porque después se dirigieron  a Choisy-le-roi, donde vivía Aurelio Ferández a quien le habían dado la amnistía y quien estaba preparando su vuelta a España. No pudo, ya que cuando abrió la puerta de su casa, los dos asesinos le volaron la tapa de los sesos. Con 28 años.

Por supuesto no hubo ninguna investigación y los casos fueron archivados con bastante celeridad.