JAVIER FERNÁNDEZ QUESADA
(13 de diciembre de 1977, Tenerife)
Aunque
durante este periodo de tiempo CCOO y UGT estaban firmando los pactos de la
Moncloa, el sindicalismo no estaba de vacaciones. En las Canarias, muchos
sindicatos más minoritarios que los antes citados apoyaban las reivindicaciones
de los trabajadores de las islas. Transportes de Tenerife S.L., propiedad del
cacique local Leoncio Oramas lleva en huelga unos días, así como otras empresas
más, entre ellas y el día 13 de diciembre se han unido a la huelga los
estudiantes y entre todos han creado piquetes, replegándose después en la
Universidad de la Laguna.
Aunque
el rector de la Universidad ha pactado con el gobernador civil la retirada de
la policía, poco después de que la mayoría se haya ido, un grupo de guardias
Civiles entra disparando sin control sus metralletas y pistolas en la entrada
del edificio. En mitad de la carrera un miembro policial se para, apunta con su
pistola y mata de un certero disparo a Javier Fernández Quesada, simpatizante
del partido Comunista Canario (Provisional), que muere en el mismo instante.
El
cuerpo es trasladado por la propia Guardia Civil al hospital y de allí al
cementerio para que sea reconocido por sus hermanas.
La
versión oficial es la repetida una y otra vez, una turba de estudiantes amenazó
al grupo de guardias Civiles y se vieron obligados a disparar al aire, y la
mala fortuna quiso que una bala le diese a Javier. Eso fue dicho en la Comisión
parlamentaria que no llegó a ningún
sitio, comisión que no dio importancia al hecho de que se encontrase pólvora en
la ropa del chaval, prueba de que fue un disparo a quemarropa. La justificación
del Gobernador Civil es todavía más esquizofrénica, ya que dijo que el disparo
quizá fue de uno mismo de los alborotadores que buscaba provocar el caos.
Y se
quedaron tan tranquilos.
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