JOAQUÍN MENDOZA LAVERA
(25 de agosto de 1980)
Apedrear un cuartel de la Guardia Civil está mal, el problema es
cuando la respuesta es disparar a matar, entonces podemos decir que la
respuesta es desproporcionada.
La justificación de la Guardia Civil es que pensaban que podían
ser posibles activistas terroristas, pero horas después cambiaron la versión
diciendo que el grupo que lanzaba piedras huyó al acercarse el guardia de la
puerta, excepto el joven Joaquín Mendoza, que quedó agazapado y fue detenido.
Cuando el guardia lo bajaba hacia el cuartel, el joven se resistió, y en el
forcejeo se disparó el arma del guardia, que hirió mortalmente en el pecho a
Joaquín Mendoza.
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