JOSÉ ESPAÑA VIVAS
(5 DE SEPTIEMBRE DE 1980, Madrid)
José España vivía en Alcalá
de Henares, estaba casado, tenía un hijo pequeño y era políticamente activo, ya
que defendía la causa ecologista y pertenecía al Partido Comunista Español
(reconstituido) PCE(r). En definitiva, tenía un perfil adecuado para que los
miembros de la ultraderecha española le descerrajaran la cabeza en cualquier
momento.
En la noche del 4 al 5
hacen un registro en su casa y, pese a no encontrar nada, se lo llevan a las
oficinas de Dirección General de Seguridad (DGS) en la madrileña Puerta del
Sol. Entrar allí era un salvoconducto seguro a que te molieran a palos, y con
José no iba a ser diferente; empezó el interrogatorio y pronto él dijo lo que
sabía, que no pertenecía al GRAPO pero que repartía octavillas y que su lucha era
por el socialismo, pero eso no fue suficiente para los matones de la DGS, que
siguieron insistentemente torturándole para sacarles una verdad que ellos
mismos sabían que no existía.
La tarde del 6 de
septiembre llevaron el cadáver del chico al hospital, fin de la historia.
En los periódicos se podía
leer exclusivamente la versión oficial, muerte por fallo cardiaco provocado por
un quiste hidatídico de 30 centímetros, pero no habrá segunda autopsia y se
impide a sus familiares reconocer al cuerpo ya que es depositado en un ataúd
sellado. Que el historial médico de José España estuviera impoluto hasta el
momento y que su esposa no supiera nada de ningún quiste que se hubiera visto a
simple vista no fue razón para revisar el caso, aun cuando un disputado de PCE
lo planteó en el congreso. Juan José Rosón, Ministro del Interior por aquel
entonces, dio por válida la versión oficial con todas sus contradicciones.
Es lo que tiene poner a un falangista histórico de Ministro.
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