miércoles, 7 de febrero de 2018

JUAN MAÑAS, LUIS MONTERO y LUIS MANUEL COBO (“El caso Almería”, 10 de mayo de 1981)


JUAN MAÑAS, LUIS MONTERO y LUIS MANUEL COBO
(“El caso Almería”, 10 de mayo de 1981)

Los años finales de los 70 y el principio de los ochenta fue una carnicería sin freno donde por cada muerto que realizaba ETA tenía que haber una contestación por parte de los cuerpos parapoliciales como el BBV o la Triple A, el caso Almería reafirma esta idea.
Todo comienza cuando el 10 de mayo de 1981 se encuentran dentro de un coche tres cadáveres calcinados en un barranco de la provincia de Almería. Según la Guardia Civil todo se debió a un desafortunado error, pues unos días antes se había producido un atentado contra el General Valenzuela y los autores del atentado, Mazusta, Bereciartúa y Goyenechea Fradúa habían huido, por lo que se estaba en un estado de alerta permanente.
Por otro lado, y sin tener nada que ver, un emigrado almeriense, un santanderino y un salmantino se disponen a hacer un viaje a la tierra del primero, donde desafortunadamente la Guardia Civil al mando del teniente coronel Carlos Castillo Quero iba a asesinarles y quemarles, haciendo desparecer las huellas a posteriori.
Tal fue el espanto de lo que se realizó aquel día que un Guardia Civil que intervino en la masacre escribió una carta titulada “guardia civil pero no asesino” en la que relataba cuáles fueron los hechos. Según esta versión a los chicos los mataron tres veces: a palos, a tiros y quemados, y según la madre de uno de ellos siguieron esta macabra serie: “los asesinaron, física y figuradamente, al menos seis veces: salvajemente torturados, mutilados y desmembrados; acribillados a tiros; calcinados tras un estrambótico e irreal montaje para borrar huellas; mancillada su memoria con acusaciones de terroristas etarras y con la fabricación de pruebas falsas; ignorados por la Justicia, que ni quiso ni supo investigar y otorgó trato de favor a los asesinos; y, finalmente, olvidados, ellos y sus familias, por las instituciones y la sociedad”. Los tres jóvenes iban a la comunión del hermano de Juan Mañas pero la mala suerte quiso que el mismo día que el coche salió de Santander ETA realizara un atentado en Madrid y que llegando a la provincia de Ciudad Real se les estropeara el coche y tuvieran que alquilar otro. Un ciudadano, al creer que estas maniobras eran algo sospechosas avisó a la Guardia Civil y al llegar a su destino se dirigieron a Roquetas de Mar a pasar la noche y divertirse pero fue entonces cuando se toparon con la presencia de la Guardia Civil que les detuvo. A partir de ahí comenzó la más absoluta de las pesadillas, según las pistas que se han podido recopilar los tres jóvenes fueron conducidos a una casa en las afueras donde les torturaron y cuando se les fue la mano y mataron a uno el teniente dio la orden de dispararles, meterles en el coche, quemarles y tirarles por un barranco, con la estúpida idea de simular una fuga, pero cuando se procedió al reconocimiento de los cadáveres se encontraron cuerpos sin brazos ni piernas.
     El hermano del almeriense piensa que desde el principio sabían que no eran los terroristas y que incluso algunos guardias civiles conocían a su hermano, pero que tenían órdenes desde Madrid. Quién sabe, quizá el llevar a cabo un simbólico acto de venganza les valió más que las vidas de tres inocentes.
       Unos años después se hizo una película que si bien no cuenta con la mejor calidad artística es bastante descriptoiva de lo que pasó. Aquí tenéis el enlace:
http://gnula.biz/pelicula/el-caso-almeria


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por qué "Diario de la Transición sangrienta"

Justicia en Argentina, extrema derecha en Madrid...

Arturo Ruiz, asesinado en 1977. Ni olvido ni perdón, justicia para los asesinados por el fascismo!!! Mientras el saliente Ayuntamiento de C...