MARÍA ENCARNACIÓN AYÚCAR
GARCÍA
(1 de junio de 1981, Bilbao)
Algunas veces estas historias te llevan a pensar
que quizá los integrantes de las fuerzas de seguridad el estado no deberían
llevar sus armas cuando van de paisano, de esta manera se evitarían muertes tan
lamentables como la de María Encarnación, ocurrida el 1 de junio de 1981.
Esa noche, a la salida de una sala de fiestas de
Bilbao, su novio la asesinó con su arma reglamentaria para después intentar
suicidarse, aunque no lo consiguió. Lo segundo, en lo primero no cometió error
ninguno.
El policía, por lo que se ve celoso patológico,
tuvo una discusión acalorada con su novia debido a que en el interior había
pasado algo, motivo suficiente para cometer un asesinato dándole un disparo en
la cabeza. Al parecer, al salir de la discoteca la chica intentó andar un poco
más adelantada que su novio, pero éste la retuvo y a la atrajo para sí. Ella
intentó irse y en ese momento él sacó la pistola que llevaba en la cintura y
sin mediar palabra le dio un tiro en la sien seguido de otros dos que se pegó a
sí mismo en la cabeza, aunque no consiguió su doble objetivo.
Lo más angustioso de la historia es que el
chico, policía desde hacía un tiempo, ya había declarado que si alguna vez ella
le dejaba le pegaría un tiro y después se suicidaría, sin que las autoridades
se plantearan que quizá no estuviera apto para llevar un arma.
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