"Uno de los primeros trabajos que Navarro consiguió fue en una empresa de un hombre que alcanzaría años más tarde gran notoriedad. La empresa se llamaba Trapsa y su dueño era Gerardo Díaz Ferrán, que actuaba con mano durísima contra quienes no aceptaran con docilidad su despótica manera de dirigir.
Joaquín tuvo el dudoso privilegio de ser despedido en persona por Díaz Ferrán. Un método sencillo: Joaquín estaba lavando el coche, acabada la jornada, para tenerlo listo a la mañana siguiente, y su jefe directo, un tal Paulino, le señaló hablando con el patrón: <Este estaba trabajando en La Periférica y se marchó>. <Pues despídelo>, dijo el patrón. Y ahí se acabó todo con Trapsa". ("La matanza de Atocha. 24 de enero de 1977. Editorial La Esfera de los libros". Jorge M. Reverte e Isabel Martínez Reverte).
Esta era la manera de dirigir España que tenían muchos empresarios en la Transición, los mismos empresarios que siguieron dirigiendo España después.


No hay comentarios:
Publicar un comentario