JOSÉ MIGUEL ETXEBERRÍA,
“NAPARRA”
(11 de mayo de 1980,
Pamplona)
Es vergonzoso leer y escuchar en las noticias cómo organismos como
la ONU nos saca los colores por casos relativos a la memoria histórica, la
lejana de la Guerra Civil y la más próxima como es el caso de la Transición.
Casos como el de José Miguel Etxeberría, desaparecido forzosamente desde el año
1980 y que constituye por tanto un delito “de lesa humanidad cuyos cargos no
prescriben” según este organismo.
En treinta y tantos años tanto el
gobierno francés como el español no se han preocupado lo más mínimo por
esclarecer el caso (cerrándolo dos veces en 1982 y 2004), y sólo la tenacidad
de la familia ha podido continuar esta lucha que ambos estados consideraban sin
sentido ya que según ellos no había motivos para pensar que la desaparición no
fuese voluntaria.
José Antonio formaba parte de los
Comandos Autónomos Anticapitalistas y la última vez que fue visto fue el 11 de
junio de 1980 mientras estaba refugiado en Iparralde y, aunque el Batallón
Vasco Español reivindicó mediante cinco llamadas su desaparición y asesinato,
nunca se encontró su cuerpo.
Todos los intentos que ha hecho su familia por reabrir el caso han
visto la oposición frontal de la fiscalía, que incluso en el 2004 negaron que
se hubiese dado el caso de desaparición.
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